¿Como puede la navegación a vela mejorar la productividad de tu equipo de trabajo?

Una de las frases motivacionales que más comparto para el trabajo en equipo, es la del señor Henry Ford que dice:

"Llegar juntos es el principio, mantenerse juntos, es el progreso.

Trabajar juntos es compartir el Éxito"

Durante más de tres décadas, la navegación fue parte de mi trabajo profesional y ha sido mi pasatiempo favorito. Creo que por eso he tenido una vida Feliz, a la vez que he constatado que, en un velero en lo particular, se mantiene la afinidad idónea para mejorar las habilidades competitivas de las personas que trabajan en conjunto, y me refiero a las que trabajan en todo tipo de equipos ya sea deportivo, una organización o una empresa, en donde los integrantes tienen objetivos en común.

Ya sea navegando como parte de una tripulación de regatas, en sesiones de aprendizaje o simplemente de crucero durante un fin de semana, la naturaleza colaborativa de la vela simula y fortalece las destrezas adaptativas necesarias ante este mundo cambiante, acelerado y de alta tecnología. Así ha sido demostrado en otros países con ayuda de la cultura náutica, en donde se han instaurado con éxito este tipo de entrenamiento a nivel corporativo.

Por lo que me día a la tarea (como buen mexicano), de hacer lo propio y abarcar diferentes disciplinas como son la administración de empresas, la alta dirección y el coaching organizacional, para que, con la experiencia adquirida en la navegación a vela, poder gestionar dinámicas de formación de equipos, los cuales tienen la flexibilidad de adaptarse a las necesidades de cada compañía en lo que respecta a sus objetivos empresariales, que en su caso pudieran catalogarse como un incentivo corporativo, para aquellos equipos que han sobresalido en su productividad; preparación empresarial, para grupos que emprenden a colaborar en conjunto o, requieren algún ajuste en su maquinaria; y también una composición de ambos, con el fin de premiar y al mismo tiempo reafirmar sus habilidades grupales.

Estos son algunos puntos clave en donde la navegación a vela converge y comparte analogías con procesos del mundo empresarial:

1. La preparación del barco es de suma importancia para la seguridad y buen desempeño de la embarcación durante la navegación, por lo que tener una lista de comprobación (check List), es algo prioritario para no dejar nada al olvido, por lo que deberán existir responsables de esta tarea.

La planeación, organización, dirección, control y retroalimentación en cualquier empresa, requiere de protocolos y procesos que harán que los equipos de trabajo funciones de manera organizada para la ejecución de las tareas asignadas y más cuando se está por empezar o modificar un proyecto.

2. Estar alerta y conocer la información trascendente (sol, nubes, viento, olas y corrientes), la posición actual del barco, así como cualquier otro dato sobre embarcaciones visibles en el horizonte hacia dónde nos dirigimos. Esto siempre debe ser lo más importante y que es facilitado por instrumentos tecnológicos como la brújula, el GPS y el radar.

Bajo el contexto empresarial, el macroentorno en donde se mueve y comparte intereses la organización, se requiere un conocimiento puntual y análisis previo de toda la información recolectada. También requiere un monitoreo continuo de los datos clave que tienen el potencial de afectar los resultados comerciales para realizar cambios en la estrategia y las tácticas programadas.

3. Cuando existe un cambio de viento repentino o estamos bajo mal tiempo, lo importante es ajustar el rumbo o la configuración de las velas, inclusive llegar a detener el barco para controlar la crisis con el fin de asegurar que se puede seguir hacia adelante. No se asignan fallas solo se concentran en adquirir la nueva información para corregir el rumbo del timonel y coordinar con la tripulación el ajuste de las velas.

Cuando la ejecución de una meta empresarial toma por error dirección equivocada o surgen inconvenientes, a menudo se pierde tiempo en posturas defensivas en lugar de buscar ideas de inmediato para volver a la pista y tomar de nuevo velocidad. El equipo debe buscar la retroalimentación de nueva información con el fin de tomar una acción expedita.

4. Durante la navegación es de suma importancia que la tripulación en su división y subdivisiones de tareas tengan muy claro las jerarquías de responsabilidad, para que la comunicación fluya en la dirección correcta hacia la sincronización de movimientos de las herramientas que hacen que el barco mantenga su rumbo.

En las organizaciones que trabajan con diversas áreas técnicas o administrativas (equipos), deben considerar las funciones ascendentes, descendentes y adyacentes a las suyas para que los flujos de proceso sean eficientes, siempre buscando el objetivo (productividad).

5. Cuando se va a hacer un cambio de rumbo a la navegación, se implementa una breve explicación entre la tripulación, sobre las acciones a tomar para el ajuste de las velas según la dirección y velocidad del viento, con el fin de darle la información al timonel y la orden en tiempo y forma para su cambio, y así evitar dudas y situaciones imprevistas.

Las compañías deben trabajar en la gestión eficaz del cambio, que se basa en una preparación minuciosa, revisiones de los procedimientos y un plan de alterno en caso de que durante el cambio se tengan que generar nuevos ajustes. Esto debe ser comunicado a los equipos de trabajo para su aplicación.

6. Una vez zarpando, aun con la planeación y organización previa, suelen surgir imprevistos. Por lo que se requiere que la tripulación accione con solo los recursos disponibles y las capacidades propias, requiriendo un pensamiento rápido e innovador y buscando múltiples soluciones antes de tomar una decisión final resolutiva.

En los negocios, continuamente se ven amenazada la sostenibilidad y el progreso, por los desafíos pueden ser ligeros o muy graves, como recientemente la pandemia nos lo demostró. Entonces se necesita ingenio y pensamiento disruptivo, no solo para sobrevivir y mantenerte a flote, sino para resurgir con nuevos bríos.

7. Los instrumentos del barco complementan la automatización en diversas áreas para la navegación, sin embargo, es muy conveniente que la tripulación practique todas las maniobras para que manualmente se pueda llevar el control y más los sistemas de emergencia, con una visión de una futura falla por lo que es indispensable la experiencia colectiva de la tripulación.

Actualmente en nuestra era de Big Data y mercados de análisis, no se puede confiar plenamente en las máquinas para impulsar la toma de decisiones. Las complicaciones y las anomalías reales requieren interpretación e intervención humana cuando se utiliza IA (Inteligencia Artificial) y ML (Machine Learning), de aquí lo importante de validar humanamente el modelado automatizado.

8. En los días sin viento, normalmente se pone en práctica el afilar el hacha, que significaría practicar algunas maniobras, nudos, ajuste y limpieza de los equipos del barco. Actividades que mejoran las destrezas personales y mantienen lista la embarcación para cuando vuelva el viento salir avante hacia nuestro objetivo.

En las empresas, existe pausas comerciales o los mínimos cíclicos que presentan la oportunidad de volver a priorizar las tareas de los departamentos y equipos de trabajo, así como elevar las habilidades de los empleados, para así aumentar la ventaja competitiva de la organización, teniendo como finalidad una mejor productividad.

Conclusión. - La navegación en equipo no solo prueba y extrae lo mejor de nuestra individualidad para la colaboración, sino que también fomenta la mentalidad de sincronicidad y formas de trabajo eficiente, que, traducido al mundo empresarial, serán habilidades que impulsarán los negocios y la industria hacia nuevas oportunidades.